domingo, 19 de mayo de 2013

Algunas teorías del aprendizaje.




Aunque aparentemente las teorías de varios autores parecieran ser confrontativas y hasta contradictorias, el hecho es que todas se aplican, en mayor o menor medida, en el proceso de aprendizaje. Por ello, haré unos breves comentarios acerca de su aplicación a cada una de las teorías estudiadas:


En el caso de la teoría del Aprendizaje Cognitivo de Vigotsky, personalmente me ha resultado claro que la colaboración con compañeros más hábiles hace más fluida y más rápido el aprendizaje, pero también es conveniente señalar que no necesariamente el conocimiento obtenido tiene la calidad de la que se puede tener de un maestro. Esta visión podría contraponerse a la de Vigotsky en alguna situación especial, pero resulta innegable que el aprendizaje de un alumno a otro alumno podría llegar a fallar en algunos aspectos. Si bien el aspecto motivacional es importante, habría que revisar cada caso para determinar la calidad del aprendizaje obtenido de otro alumno más hábil que ellos. El conocimiento es poder, y en ocasiones podría ofrecerse el conocimiento fallo o con desaciertos para no perder el poder.

 


La posición de Jerome Seymour Brunner esboza el proceso de aprendizaje mediante comprobaciones de hipótesis en un proceso que llama Aprendizaje por Descubrimiento, y comparto la posición de que un aspecto motivacional  en el aprendizaje influye de manera positiva en el desempeño del alumno. 

 

La propuesta de Ausubel, donde el alumno construye su conocimiento basado en los cimientos ya obtenidos con anterioridad aplica en mi experiencia como maestro de literatura. La posición constructivista se adapta en gran medida al funcionamiento del aprendizaje de las letras: el conocimiento literario se construye en base a los cimientos que se van adquiriendo poco a poco, de manera que el alumno adquiere habilidades, competencias y valores mediante las actividades que va realizando. En el campo de las letras es difícil encontrar el aprendizaje memorístico, pero en cambio el aprendizaje significativo resulta de la mayor importancia: es difícil obtener una análisis o una buena crítica literaria si no se comprende el texto, su circunstancia, su estructura y su construcción formal. Ello hace que se adquieran habilidades especiales para analizar textos, y por lo tanto, tener un aprendizaje significativo de la tipología literaria que se esté estudiando.
 
Igualmente interesante resulta la aplicación de las teorías de  John Dewey, quien afirma que la sociedad subsiste tanto por un proceso de transmisión de conocimiento por medio de la comunicación, como por acciones biológicas. Si Dewey propone su Teoría del Aprendizaje Reflexivo, donde todo ser humano es capaz de aprender con la experiencia, el análisis de los datos para reflexión y la fijación de lo aprendido, ello es precisamente lo que se observa en los estudiantes de literatura, donde la comunicación oral y escrita forman los cimientos de la transmisión de información.
Más difícil me resulta defender la posición  de  Roger Cousinet del trabajo en equipo, sobre todo con la mentalidad que nos caracteriza a los mexicanos, incluidos docentes y alumnos. En base a algunas experiencias docentes, he visto que en ocasiones los trabajos en equipo dejan mucho que desear, pocos son los que trabajan y menos los que aprenden. Dudaría asimismo de la recomendación de convertirse más en un confidente que en un maestro. El docente tiene algo que al alumno le falta: experiencia y conocimiento, y es él (en ciertos casos) el que resulta más apropiado como guía, mediador y comunicador.
De esta manera, las teorías no se contraponen a lo observado en el proceso de aprendizaje, sino que se complementan. Queda, sin embargo, la opción de seguir la máxima de Benjamin Franklin:
  Dime y olvidaré.
  Enséñame y recordaré.
  Hazme partícipe y aprenderé.
  Raúl Reyes Reynoso
 

1 comentario:

  1. Aunque es probable que los métodos nemotécnicos hayan tenido mucho éxito en el pasado, hoy en día está comprobado que si un conocimiento no se mantiene vigente se extingue (Pozo, 1996).
    Por el contrario, la kinestésica ha comprobado, que es más probable el cerebro recuerde un hecho práctico aprendido a través del movimiento. Las teorías tienen principalmente la función de dar explicaciones. Así como una de ellas puede tener éxito en algún tiempo, serán las circunstancias históricas del momento quienes determinen cual prevalecerá y cual se extinguirá.
    Saludos
    Referencia
    Pozo, M., I. (1996). Aprendices y maestros. La nueva cultura del aprendizaje. Madrid: Alianza

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