martes, 18 de junio de 2013

Posiciòn de la educaciòn en la globalizacion


La posición de los estudiosos en relación al docente en el ámbito de la globalización ha sido estudiada por varios académicos. León Guerrero (2004) comenta que en un mundo tan cambiante como el nuestro, es necesario reconceptualizar a profundidad el quehacer del docente, pues la tecnología ha cambiado radicalmente las herramientas con las que puede trabajar. De acuerdo con este autor, el docente se enfrenta al reto de convertir la inmensa cantidad de información a su disposición en fuente de conocimiento útil para sus alumnos. León agrega: " La globalización exige a la Educación Superior revisar sus currículos en la perspectiva de formar a los futuros profesionales para la autonomía, con capacidad crítica, reflexiva y analítica, se trata de una educación competitiva sin descuidar el componente humanístico. La globalización exige igualmente un replanteamiento de la Universidad con el estado, la sociedad y el sector productivo para fortalecer sus funciones esenciales porque, como Institución dedicada a la producción de conocimientos está en la obligación de introducirnos en la Modernidad" (La educación en el contexto de la globalización. p. 343)

Otro autor (Romero, 2002) opina que la globalización es "una etapa avanzada de la división internacional del trabajo, la cual se caracteriza por una mayor interacción e interdependencia de los factores y autores que intervienen en el proceso de desarrollo mundial" (Globalización y pobreza, p.4)

La gran cantidad e información a nuestra disposición implica un trabajo hercúleo de categorización, clasificación, separación, evaluación y compilación tanto para docentes como para alumnos. Esa información se actualiza continuamente, de manera que a juicio de algunos estudiosos, la información se torna obsoleta en un lapso de unos tres años (León, 2004). La actualización continua de los docentes y sus competencias parece ser la línea a seguir, y aquel que no lo haga parece dirigirse irremediablemente a su caducidad como maestro. Kenichi Ohmae (2005) en su Next Global Stage sugiere que el "desaprender" los mitos y los prejuicios de la enseñanza del siglo XX depende de el tiempo que la persona estuvo expuesto a ellos. De acuerdo a Ohmae, el tiempo que tardará una persona en actualizarse a las sociedades del conocimiento podrá definirse, de una manera general, por el Teorema de actualización (Ohmae,2005, p. 241):

(Edad-10)/10 = número de años que tardará en actualizarse como verdadero cibernita.

Sea este teorema una aproximación, o posiblemente un cálculo que resulte doloroso o inexacto para los integrantes del sistema educativo, es cierto que el reto que los docentes debemos afrontar, con inteligencia y decisión, es la actualización continua de nuestros conocimientos, competencias y valores.

¿Cambiará la tendencia de globalización a futuro, para volver a un estado previo? Difícilmente, de acuerdo con el Director del Fondo Monetario Internacional -importante por obvias razones- quien dice "la globalización está aquí para quedarse: la realidad es que nosotros ya vivimos en una economía global.... los países que no estén dispuestos a engancharse con otras naciones arriesgan a quedarse rezagados del resto del mundo en términos de ingreso y desarrollo humano"[1].

 

En cuestión de educación la globalización y las nuevas tecnologías cambian radicalmente el comportamiento del docente debido a las nuevas formas de acceso, clasificación y distribución de la información y el conocimiento. En este contexto mundial, la globalización del conocimiento debería ser, como lo requería Kant, "una educación para la mayoría de edad", es decir, para aquellos que pueden tomarla y analizarla por sí mismos. El papel del docente, entonces, puede ser el de ayudar a la integración de las nuevas generaciones a este sistema de alta comunicación, donde el alumno debe "aprender a aprender", donde con ayuda del profesor desarrolle capacidades creativas, reflexivas y analíticas para lograr sus capacidades. León (2002) concuerda en que el docente debe desarrollar en su alumno no sólo el ejercicio de la memoria, el saber hacer -aspecto esencial en este nuevo mundo globalizado- sino también la inteligencia crítica y la apertura a novedades.

Para Boronat (2004), Romero (2002) y León (2004) es evidente que este tipo de educación crítica no puede ser lograda por procesos memorísticos y repetitivos de la educación trasmisionista. Lo que la nueva educación debería desarrollar entonces serían tres competencias fundamentales (León, 2004):

1. Interpretación. Exégesis de la información obtenida, estableciendo comparaciones, diferencias y contrastes entre sus elementos.

2. Argumentación. Desarrollar la capacidad para presentar argumentos razonablemente válidos que cimienten su discurso ante la comunidad académica, científica y ante la sociedad en general.

3. Competencia propositiva. La capacidad del estudiante para formular propuestas, planes viables y prácticos de utilidad.

De esta manera la globalización nos obliga a reinventar la universidad, como institución no sólo física, sino también virtual. Sin embargo este "replanteamiento" de la universidad debe ser dirigido también con sus relaciones con el Estado, con la sociedad y con el sector productivo. Esa sería la única forma de lograr un desempeño integral de las instituciones educativas, mediante un enfoque holístico, pues ¿no es obligación de la universidad introducirnos al ambiente de la modernidad? La forma de hacerlo es lo que determinará nuestro desempeño como docentes y como organizadores de instituciones de enseñanza.

El investigador Alain Touraine no se pregunta si la integración de la educación con las nuevas tecnologías mundiales se va a realizar o nó, sino se pregunta "si lo hacemos como presidiarios y reclusos o como viajeros con equipaje, memorias y proyectos". Como docentes debemos entonces preparar los recursos humanos con la mayor calidad, con una alta competitividad en el conocimiento, tecnología y manejo de información.  Joaquín Brunner es de la idea de que el docente y las instituciones que lo apoyan deben "formar hombres de acción al estilo de los empresarios; hombres de gestión al estilo de los administradores; hombres de descubrimiento al estilo de los investigadores; hombres recreadores y creadores de cultura, artistas e intelectuales (Brunner, 1998). El reto de las instituciones de educación superior es de internacionalizarse sin perder de vista su posición de instituciones de enseñanza nacional y regional: en cierta manera el saber congraciar los universos macros con los micros. La universidad tiene el desafío de ofrecer calidad con equidad, pertinencia social e internacionalización sin perder de vista lo regional.

 

 

Referencias:

 

Boronat, Munina Julia; Pombo, Nieves y Ruiz, Elena (2004). La docencia y la tutoría en el nuevo marco universitario. Universidad deValladolid, España.

León Guerrero, Gerardo (2004). "La educación en el contexto de la globalización". Revista Historia de la Educación Latinoamericana, No. 6, 2004, pp. 343-354.

Mejía, María Emma Roll (Compiladora) (1999). "Humanizar la globalización". Instituto de pensamiento liberal, Bogotá: Colombia.

ONG mexicanosprimero.org (2012). Indice de Desempeño Educativo Incluyente 2012. http://www.mexicanosprimero.org/component/content/article/171-investigacion.html

Ohmae, Kenichi (2005). El próximo escenario global. Wharton School Publishing, Bogotá. (Trad. TheNext Global Stage).

Romero, Alberto (2002). Globalización y pobreza. Ediciones Unariño, Pasto, 2002.

Terren, Eduardo (1999). Educación y modernidad. Anthropos Editorial, Barcelona.

UNESCO, (2005). Hacia las sociedades del conocimiento. En Informe mundial de la UNESCO. (pp.5-244).



[1] Citado por Romero (2002) en Globalización y Pobreza.

1 comentario:

  1. Estimado Raúl:
    Recuerdo ahora que leo tu artículo lo que el maestro de metodología le dijo una vez en clase a una de mis compañeras: -Más te vale echarle ganas al estudio María, antes de que la globalización te alcance- Cuando lo escuché no lo entendí, pero ahora te digo que en el lugar de María está México y más le vale elevar la calidad de su educación. De lo contrario la OCDE seguirá presionando y el Banco Interamericano de Desarrollo no seguirá financiando los "ensayos" que hasta ahora ha hecho. Más le vale...por cierto ¿Dónde ha ido a parar tanto dinero? Saludos.

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